Siendo sinceros, vivimos día a día sin cuestionarnos lo que hacemos, no observamos lo que pensamos y por ende, no percibimos la armonía de la vida que está en nuestras esencias. La armonía es un estado importante del ser, en el cual dejamos de friccionar interna o externamente, para finalmente poder estar en comunión con la esencia de la vida.
Somos indisciplinados cuando hacemos lo que nos gusta pero que nos hace daño, cuando deseamos algo que no necesitamos; somos incongruentes cuando entendemos algo y no lo llevamos a cabo, cuando comprendemos algo y hacemos lo contrario, el ser humano está plagado de acciones sin disciplina y sin congruencia.
Conforme pasa el tiempo comenzamos a caer en estados de ánimo depresivos sin saber porqué, en monotonía, aburrimiento, en una sensación de vacuidad, no le hayamos sentido a las cosas, y ésto es totalmente lógico...¿Porqué? pues por que una parte de nuestro interior se percata de esa indisciplina e incongruencia de nuestra vida diaria y manifiesta esa necesidad de cambio en los estados de ánimo anteriormente dichos.
¿Qué hacer para tener armonía?
Es obvio que la clave de la armonía está en cada uno, pero hay procesos que tenemos todos en común; si ya dije que la congruencia y la disciplina son las que brindan ese estado del ser sin fricciones, quiere decir, que debemos conducirnos en nuestra vida con inteligencia, con amor, con comprensión, sin egoísmo, con misericordia, compasión, paciencia, todo ello debe ser parte de nuestro motor de vida para alimentar las acciones que nos lleven a ese estado sin conflicto.
En psicología dicen que el pensamiento crea el sentimiento, el sentimiento la emoción y la emoción los estados de ánimo; siguiéndo esta lógica, quiere decir que los estados de ánimo entonces derivarían en patrones de la personalidad y éstas conductas serían parte de la forma en como se conduce el ser. ¿A qué quiero llegar con ésto? , a algo complejo y a la vez muy simple: "El pensamiento es el generador del conflicto".
¿Se puede dejar de pensar?, Sí, es un hecho, eso es lo que buscan muchos en oriente con la meditación, buscan tan sólo potenciar su percepción a través de la observación libre de pensamientos, lo cual quiere decir, que debemos aprender a ver la vida con un estado de conciencia superior al que tenemos, debemos observarla más allá de la polaridad del pensamiento, para no hechar a andar ese efecto dominó anteriormente dicho. Un ejemplo de la diferencia entre accionar con la observación y accionar con el pensamiento sería el siguiente: Imaginemos que una pequeña de 4 años se pierde en un lugar cerrado, puede tener 3 opciones 1.- pensar "positivamente" y caminar hacia donde piensa que está la salida y perderse de nuevo 2.- pensar "negativamente" y llorar por que piensa que ya no encontrará cómo salir o 3.- Observar el "panorama" y en su observación descubrir dónde está la salida.
Lo anterior, posiblemente es un ejemplo bobo, pero así es como funciona el pensamiento, no es más que un velo de colores o negro cubriendo la luz de la verdad que está en el fondo.
Sólo me resta invitar a todos a que dejemos el pensamiento como una herramienta y no la confundamos con la verdadera fuente que es nuestra esencia, nosotros no somos nuestros pensamientos, conductas, sentimientos o demás, éso...es tan sólo una reacción del contexto y la genética, tomemos conciencia que somos una esencia más allá de ello, somos la verdad más allá de la realidad, somos el camino más allá del caminante.
Para concluír les comparto el siguiente verso:
"Armonía, percepción y comprensión"
Dejo de pensar y sentir,
Me enfoco en el observar,
Permito a mi esencia vivir,
Y revivo más allá del umbral.
Dejo de dudar y sufrir,
Comprendo y amo la verdad,
Disuelvo el ego en mi existir,
Y me entrego a la eternidad.
"La vida es fácil cuando uno se deja de resistir a ser envuelto por los brazos de su sabiduría" Nadim David - NHL
